Pues parece que llegamos al cuarto y último reto semanal
del curso sobre «Fundamentos sobre la igualdad de trato y la no
discriminación». En este último reto voy
a tratar de expresar algunas reflexiones sobre lo que puedo hacer o no como
empleado público para impulsar la igualdad de trato y no discriminación en mi
organización.
Para esto, quiero
realizarme una serie de preguntas que
aparecen en el material pedagógico del 4º módulo: «la organización en la que
trabajas o aquella con las que te relacionas en tu día a día. ¿Qué tipo de
personas la componen?, ¿hay patrones comunes en sus estructuras?, ¿dirías que
es una población homogénea en rasgos como la edad, el sexo o el origen
geográfico, étnico o social?». Y me doy cuenta que el acceso a la función
pública y más en un organismo como en el que trabajo, de ámbito eminentemente
técnico, homogeniza y, mucho, el tipo de personas que componen algunos centros
de trabajo.
Por ello he
repasado las ventajas que una plantilla diversa aporta a un centro de trabajo:
· Una plantilla diversa es representativa de la sociedad en la que vivimos y de los diferentes intereses y necesidades de sus miembros.
· Elimina prejuicios y atrae nuevos talentos y nuevas formas de trabajar, favoreciendo la innovación, el cambio organizacional y la adaptación a nuevos retos frente a la obsolescencia y la rigidez de procesos.
· Permite interactuar con nuevas culturas, orígenes, idiomas o realidades sociales, enriqueciendo la realidad de la plantilla y su aportación a los diferentes proyectos.
Pero claro, en
mi centro de trabajo, enfocado en el sector ferroviario de España, me encuentro
con que la plantilla accede por oposición, con un formación específica y su
trabajo va dirigido a tratar con organizaciones nacionales y de la Unión
Europea con una formación y culturas similares.
Así que donde me
puedo enfocar es en aplicar el siguiente principio ético que recoge el Estatuto
Básico del Empleado Público (EBEP):
Su conducta se basará en el respeto de los derechos fundamentales y libertades públicas, evitando toda actuación que pueda producir discriminación alguna por razón de nacimiento, origen racial o étnico, género, sexo, orientación sexual, religión o convicciones, opinión, discapacidad, edad o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Eureka, es en mi
conducta personal donde puedo aplicar lo aprendido en el curso, que desarrolla
lo recogido en el EBEP. Y no es que no aplicase ya ese principio ético, que lo
hago todos los días, sino que ahora puedo adoptar una actitud activa e intentar
ver dónde puedo mejorar esa aplicación.
Por tanto la
respuesta a las preguntas planteadas por el módulo 4º, la concreto en un ESTAR
ALERTA. Alerta a situaciones que pudieran pasar desapercibidas, pero que ahora
tengo más herramientas para detectarlas, situaciones que yo mismo puedo vivir y
que no era consciente de sufrir alguna discriminación y, no solo por mí, sino
para que no les pase a otros compañeros.
En definitiva es
mirar mi mundo con unas lentes nuevas, no las mías, sino ponerme las de otras
personas que como nos decían en el curso, no han nacido con nuestros
privilegios, que no han nacido en el curso alto del río y tienen que luchar
todos los días por obtener algo que a los demás nos ha venido «regalado». Por
esto, por regalarme unas gafas nuevas hay que estar agradecido a este curso.
Enhorabuena al Equipo del Curso y a todos nosotros a aplicar lo aprendido.
MUCHAS GRACIAS